Pese a perder agua día a día por la fuerte evaporación, Las Tablas milagrosamente se mantienen con vida. Las temperaturas bajan durante la noche y pronto llegaran las primeras lluvias que tan importantes son para la conservación de estos humedales manchegos.
La especie más llamativa y que seguramente captara nuestra atención si visitamos en otoño las tablas, es la Grulla Común, por número de individuos (que puede llegar a alcanzar los 5.000 ejemplares), por su tamaño con un metro diez de altura, y especialmente por el sonido que emiten durante todo el día llamado “Trompeteo”. Visita el otoño en Las Tablas de Daimiel, vivirás momentos inolvidables.
Fuente: Ecodestinos.es /Lastablasdedaimiel.blogspot